miércoles, 2 de mayo de 2012

DE LA MEDIAPATÍA AL FUEGO DE LOS SÍMBOLOS

Por: Antelmo García Hernández

 La apatía es la solución, es decir, resulta más fácil 
abandonarse a las drogas que enfrentarse a la vida, 
robar lo que uno quiere que ganárselo, pegar a un niño 
que enseñarlo. Por otra parte el amor requiere 
esfuerzo, trabajo.
  (PELÍCULA SEVEN 1995)

 Hinchada la pupila nacional con la iconografía de la crucifixión, playas defeñas, atiborradas y bombardeo electoral, donde el pomo y la chela hacen la alegría de estos días santos, el infantilismo mexicano sigue sin encontrar las soluciones fáciles, ni con los amplios espectros de dolor y sacrificio, ni con el sacrosanto valemadrismo como genérico de fe- algo así como lo mismo pero más barato- para calmar el desvelo nacional. 

    Y ante esta realidad de miedo, la fe se convierte un nicho para mercaderes del alma mexicana arrodillada y de espalda al camino de su verdad. Actos de fe sin salvación, soluciones fáciles con santas muertes y desvelos en cadena nacional.

    La TV de media noche verte aguas milagrosas y liturgias, sin vislumbrarnos más allá de la bancarrota de la economía familiar y compulsiones de compra directa. 

    Desligados buscamos religarnos al eterno retorno de las soluciones fáciles, la cultura de los cristalitos para el mexicano de a pie engrillado a la apatía, donde la mercadotecnia religiosa asfalta los caminos anchos de catarsis fast track, estrionismos borderline, mea culpa en clamores fallidos, quejas autoinmoladoras y ahora en su temporada primavera-verano la oferta electoral en spots comerciales de cambio para los que no saben ni quiere cambiar. El consenso de la Indefensión por pobreza de pensamiento.

    Con la matemática colateral de los 60 mil muertos y con la economía de la muerte a la alta, la docencia mediática -disfrazada pulcramente de conductores noticiosos- deseducan en la cultura del miedo, enseñándonos el destino manifiesto de un pueblo que cree que no es posible cambiar. Periodistas acartonados, sonrientes nos entregan la noticia de los muertos del día en una amabilidad trivial. 

   La teleciudadanía se religa en el camino de la bisutería, en la compensación de la carencia, donde el becerro de oro seduce la salvación con la venta nocturna del momento. La apatía es como la serpiente que devora su cola, pobreza de conciencia que se mira en el espejo para quedar petrificada. Dejamos de ser con la única posibilidad, de la petrificación en alta resolución. 

   Y con la indigencia léxica, la lápida cultural de la apatía sin tonos ni acentos descabeza la creatividad en narcomensajes, en la construcción social del miedo y el terror, aderezados caminos de eses caninos en la garganta muda de nuestra cultura.

    La autodestrucción como convivencia del buen mexicano es la rueda de la fortuna que se repite interminablemente, un sueño de mala calidad, humor negro al filo de la vida y la muerte, simbolismos insignificantes en horas pico, nostalgia permanente por los cristalitos cantar institucionalizado de nuestro villano favorito, el chupacabras trasexenal  que llegó para quedarse detrás del galán de telenovela, que nos susurra: no escuchar ni ver al de al lado. Cualquier cuestionamiento puede ser crucificado, producciones del churrealismo cultural de la matrix patria.

    El miedo requiere de la botarga de la indiferencia sin lograr que el verbo se convierta en carne, ignorar y valernos madre son el epígrafe de nuestra petrificación, en tanto erupciones y temblores no nos obliguen con el dolor de la inexistencia o por los caminos laberinticos de la soledad a formularnos la lista interminable de preguntas que pongan al descubierto al verdadero ser de luz confinado detrás de la telenovela mexicana en tiempo real, hoy en sus capítulos electorales.

    La pitonisa(1) podría decirnos que la solución se encuentra en el significado contrario del último eslabón de la cadena de problemas. Hacer historia tendría sentido para quienes fuimos vacunados contra esa disciplina, cuando creímos era solo acumulación de datos, y no método de solución de problemas para una comunidad. Como en comunidad debería ser la reconstrucción de las historias colectivas y personales, reconociendo esa organicidad oculta, como oculta es la violencia familiar detrás de las bardas y paredes que nos confinan pensando que nos protegen. Esa inteligencia colectiva que atisba el camino de la sustentabilidad y la autonomía. 

   No basta la descripción del mensaje y de los contextos de la pesadilla mexicana, agregando conocimiento en archivos muertos, otra manera de devorarnos a nosotros mismos. El universitario como la universidad debe ser gestora del homus consciente, desenfocándose espacialmente de sus hábitats enciclopédicos y convertirse en organicidades de producción de masa crítica y de nuevos liderazgos de inclusión, dando atención esencial al trabajo en equipo, combatiendo el oportunismo, el individualismo y egoísmo tan frecuente en la desocialización universitaria.

 - En este programa siempre hay víctimas y victimarios, pero la víctima no puede ser una putita, pues señores, no puede ser una putita la víctima ¿Cómo vamos a tener una víctima que va a confesar que el hijo es de otro si se acuesta con todos ¿o no?, ¿esa puede ser víctima señores? 
-nooooo- grita el público 
- ¿Puede venirse a llorarme y decirme: hay vengo a confesar que el hijo es del sobrino?¿puede?
 - Nooooo- el público 
- Obviamente que no, yo no me chupo el dedo, yo estoy en México para ayudar, estoy en México para sacar a mis mujeres adelante, y este tipo de mujercitas deberían estar presas por “prostis”. ¿Qué dice?, adelante 
- (aplausos) (2)

   Un defecto de la producción del conocimiento de las universidades es el de que en aras de la objetividad no se involucran en los procesos sociales, omitiendo el factor social en innovaciones, estudios científicos y tecnológicos, siendo muy subjetivos en cualquier interpretación, si es que la hay. Al final se remiten a ser descriptivos, sin rozar algún esquema de soluciones una manera más de la cultura de la queja, que contribuye a la develación descriptiva del problema, una forma de la infopornografía, aquella donde la queja se recicla así misma, que deseduca con la visión del eterno retorno inamovible, y de la que todos comemos amén todos los días. Donde sexo se vende por eros, satisfacciones cortoplacistas, donde el espíritu de la responsabilidad social de lago plazo no encuentra su sentido trascendental.

    La infopornografía es la femineidad esclava, la queja, sustituta de la trascendencia, un burdel al fondo del abismo donde se busca amor, el desierto, la inexistencia cultural. Una solo platillo de información quejumbrosa que desayunamos todos los días, construyendo al humano posible. Es la demonización del ser humano, desde la ama de casa que se resigna a la queja del maltrato y al abandono hasta las disertaciones de los intelectuales que salen en la televisión o escriben libros para ganar pilones en su cheque quincenal. No ofrecen soluciones ni se implican, se quedan en categoría mediática transexenal, sumando décadas perdidas. No hemos entendido la inutilidad real del chipote chillón de recortes presupuestarios y estabilidad de indicadores macroeconómicos.(3)

   Cruzar boletas electorales, no requiere ciudadanos participativos. El poder tiene su consenso cultural en nuestra inutilidad ciudadana. Aún más, el camino manifiesto del victimismo y la demonización de dominados y dominantes es el citoplasma donde se mueven estas complicidades conscientes e inconscientes, pueblo quejumbroso en el decrecimiento, pero dispuesto a intercambiar el voto por la más grande de las despensas electorales, corporaciones internacionales que fugan capitales a paraísos fiscales y poderes locales que los protegen y eximen, una cadena de autodesprecio a la dignidad humana. Cada vez que decimos que las cosas no pueden cambiar nos volvemos indignos, un clamor más de la masa humana, en el canal de las estrellas. El pretexto es, no sabíamos que no sabíamos.

    El chingar es un acto fallido de fe, es la reproducción de la doble moral, llamando a misa política en spots. Chomsky dice:la gente paga por su propia subordinación.(4)

    Desde la autoinmolación popular en algún cinturón de miseria y escandalización corporativa en pantuflas en un paraíso fiscal, el esclavo y el amo, el dominado y dominador, la sociedad civil y las corporaciones, comparten la parálisis cínica del psicópata, que es la pobreza emocional de no tener culpa 

    Demonizada la nación ésta involuciona su inteligencia donde anida la ignorancia, paredes del limbo donde se incuba el prejuicio y el miedo, sentimientos del esclavo, caldo de cultivo de la delincuencia formal e informal. Depredada el alma humana, la especulación es la bestia reinante de la depredación nacional, juegos virtuales en tiempo real. La construcción de una democracia virtual, que mide su caducidad en la contención social para el cuidado de la ignorancia real, su eficacia en periodo electoral nos señala el camino liberador del sistema electoral mientras se aprieta aún más el grillete (5). 


No llores ni te sientas mal así todos empezamos
Bienvenido al mundo real ahora ya eres un sicario (6).
   El buen ciudadano es ante todo un buen receptor de mensajes pobrecibles (7) , con información light como verdad, donde la palabra no construye sino reproduce, significantes sin contenido, la verdad travestida(8).

    Sospechamos de su vaciedad, pero siempre optamos por el esclavo albedrío de la apatía telecrática a ritmo de réquiem grupero, certificación de la exclusión juvenil, que evidencia la eficacia de los procesos enseñanza-aprendizaje de la industria cultural, la que reza que: por mi raza hablara televisa (9). 

   La mediapatía, sugiere al ciudadano invisible que puede buscar y encontrar el amor en los cortes comerciales, donde, sin embargo nada se mueve, buscamos pero deseducados no sabemos que no sabemos. La búsqueda se vuelve un extravío distraído, un pulular en los centros comerciales de la emocionalidad, un simulacro de llenar carritos de mercancías y después nada. Pareciera que después de Disney, las Vegas, televisa y bailar por un sueño es morir frente al monitor. 

   Lo que creíamos amor no lo es porque ni sabemos darlo, ni aprendimos la responsabilidad de recibirlo. La fosilización femenina en el kínder garden del cuento rosa, la inutilidad varonil con el síndrome del niño rey, degradan las capacidades de crecimiento de una comunidad. Esa panorámica vertical de la familia mexicana en el eterno retorno del final de la telenovela, limbo cultural del cual no queremos ser expulsados, porque lo único que tenemos es el control de cambiar de canal en el mundo perfecto de la apatía y el entretenimiento mediático de la deseducación nacional, porque al final, hemos comprado el adelgazador inútil de la grasa real, templo de nuestra matrix mexicana en cuyo santuario reza : Realidad es ahora, cosa del pasado  (10).

notas:
1. http://www.wordreference.com/definicion/pitonisa: f. Mujer que adivina el futuro a través de las cartas,bolas de cristal,etc.
2.  Laura Bozzo (2011): Laura, canal 2 de Televisa, canal de las estrellas, México.
3.  Arma con el que se enfrenta el Chapulín colorado a sus enemigos.
4.  Véase su libro: Cómo mantener a raya a la plebe.
5.  En inicio electoral, el sector financiero aumenta inversiones en sector energético, el 55% de la CFE ya es privada, somos más viejos pero más enfermos, ley para criminalizar a la sociedad, mayor gasto destinado a pagar al FMI que a gasto social, el narco aumenta su control territorial. 
6. Calibre 50 (2012): El niño sicario.
7. De pobreza predecible.
8. Jean Baudrillard,(2000):  La transparencia del mal .Ensayo sobre los fenómenos extremos .ED. Anagrama, colección Argumentos.
9.  Fregoso, Arturo(1988): Universidad y Vida, México, Ed. Trillas.
10.  Andy y Lana Wachowsk (1999):Matrix