II.
Un
viaje en metro a Tláhuac.[1]
Del metro Culhuacán al metro Periférico.
La ruta Mixcoac-Tláhuac
corre del poniente al sur oriente de la Ciudad de México y a diferencia de las
otras líneas del metro, en sus vagones hay vigilancia policiaca para evitar el
comercio ambulante. La estridencia del
roce de las llantas de los vagones contra los rieles en las curvas de la parte
elevada nos recuerda el escándalo mediático de su mala construcción.
Mixcoac significa en
náhuatl serpiente de nubes, es la
metáfora de la vía láctea, el teotl o
dios fundacional del antiguo pueblo de Cuitláhuac
Ticic[2]
, hoy San Pedro Tláhuac
Entre el metro Atlalilco y
Culhuacán la ruta se vuelve elevada, a lo lejos del lado izquierdo podemos
observar un montículo verde rodeado pequeños árboles, hacia abajo le sigue un
archipiélago de casas y edificios, muchas de ellas inconclusas. Es el Cerro de
la Estrella, Huizachtépetl (cerro de los
huizaches), Área Natural Protegida,[3]
cada día más disminuida por la mancha urbana.
La línea negra traza las delegaciones que
recorre la línea 12 del metro y en verde los suelos de conservación. Fuente
elaboración propia y SEDEMA. (SEDEMA, 2016)
Con los trabajos de
ampliación hacia el poniente, la línea 12 del metro se ha ido convirtiendo en
un importante medio de transporte, con un aumento permanente de usuarios. Por
ejemplo, datos oficiales, señalan que para el primer semestre del 2019 el flujo
de usuarios aumentó a 400 mil usuarios
En el tramo del metro Culhuacán al
metro Periférico han surgido nuevos centros comerciales, principalmente en
donde predominan las colonias, como metro Lomas Estrella, Calle 11 y
Periférico.[4]
La urbanización avanza y
sobre la avenida que corre debajo del tren elevado es notorio el crecimiento
del flujo de automóviles, con sus embotellamientos y servicio de transporte
público de mala calidad, donde la inseguridad es permanente.
Del metro Periférico al metro
Nopalera.
Hacia el norte del metro Periférico,
a unos 4 km, en las faldas del Cerro de la Estrella se localiza la Planta de
Tratamiento de Aguas Residuales, desde los años 50 del siglo pasado alimenta de
agua tratada a las chinampas de Tláhuac y Xochimilco. La planta fue construida
posterior al secado los manantiales por el entubamiento de los manantiales de
la zona chinampera hacia la zona urbana.
Del lado norte se encuentra
la Sierra de Santa Catarina declarada Área Natural Protegida,[6] este conjunto de cerros fueron elementos
sagrados antes de la conquista de los españoles, marcados profundamente por su
relación con el agua y la organización política territorial, denominados Altepetl[7].
Hoy les rodea la urbanización y el extractivismo hídrico con su permanente
crisis de abasto de agua y hundimientos diferenciados.
Al sur del metro Periférico se
encuentra la recién construida plaza comercial
Parque Las Antenas, luce muy limpia y con grandes aparadores, tiene una
cascada de agua que contrasta con la realidad hídrica de la zona. La plaza
cuenta con un parque de juegos mecánicos en el techo.[8]
A medio kilómetro, entre el
metro Periférico y Tezonco (lugar de Tezontle), los fines de semana se
instala un tianguis[9] ofertando
ropa, muebles, herramientas usadas, productos chinos, frutas, legumbres, comida
y cerveza. Parece no afectarle la existencia de la nueva plaza por el flujo de
visitas que tiene.
Pasando el tianguis,
encontramos al pueblo de San Lorenzo Tezonco, con su tianguis local de todos
los días y sus pequeños negocios sobre las avenidas. En sus orillas nos
encontramos con la estación del metro Tezonco.
Entre el metro Tezonco y el
metro Los Olivos está la división entre las alcaldías de Iztapalapa y Tláhuac,
al fondo se encuentra el volcán Yuhualixqui (Lugar
redondo), es parte de la cadena montañosa que conforma la Sierra de Santa
Catarina. En planos más cercanos se encuentra la Universidad Autónoma de la
Ciudad de México, y cerca del metro las firmas comerciales como Wal Mart, Cinemex
y Vips.
Fotografía. Volcán
Yuhualixqui visto desde el metro Olivos, se observa el Wal Mart y la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Archivo personal.
El volcán luce devastado por la actividad minera, proliferan a su alrededor colonias y nuevos
Asentamientos Irregulares
La comunidad estudiantil y
docente de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México han adoptado al
volcán como su símbolo y han organizado marchas alrededor del cerro. El
profesor Sergio
Luna, del Programa de Educación Ambiental de la misma universidad, ha
denunciado el impacto negativo ambiental de la devastación del cerro.
Sierra Sta Catarina.
Fotografía de la izquierda de 1920 de Hugo Brehme
Con una extensión de 2900
hectáreas que abarcan parte de las alcaldías de Tláhuac e Iztapalapa, la sierra
de Santa Catarina , a pesar de la
urbanización y el extractivismo minero a cielo abierto, sigue teniendo un valor
ambiental de gran importancia, por la recarga de agua, variedad de vida vegetal
y animal
La mayor extensión de la
sierra de Santa Catarina se encuentra dentro de la alcaldía de Tláhuac, pero
llega hasta el Estado de México con el volcán La Caldera. La pinza de la mancha
urbana se va cerrando en torno a esta cadena montañosa y a la zona lacustre de
Tláhuac. Frente al metro Tezonco se encuentra el panteón San Lorenzo Tezonco, recordado en los
últimos años porque ahí fue enterrado el jefe principal del cártel de Tláhuac
acompañado de grandes caravanas de trabajadores informales y sus familias. En
las redes sociales se da cuenta de la gran cantidad de gente que acudió y las
arengas a su nombre, lo que nos permite dimensionar el impacto de este tipo de
fenómeno en la vida económica y social de colonias y pueblos, que coincide con
la llegada del metro y el crecimiento urbano.[12]
Del metro Nopalera[13] al metro Tláhuac.
En el metro Nopalera se observa a la gente bajar
de las nuevas colonias ubicadas en las orillas de los cerros para abordar los
trenes. A esa altura se mira el volcán
Xaltepec (lugar de los arenales) rodeado de nuevos asentamientos humanos,
cada día
luce más devastado por la actividad minera.
En sus faldas aún existe una extensión de suelo
agrícola conocido como las Calabacitas donde algunos ejidatarios
siembran y venden su producción a las orillas del camino donde pasan carros de
volteo que van y vienen de las minas, autos y transporte público que se dirigen
a las distintas estaciones del metro.
Antes de llegar al pueblo de Zapotitlan (lugar de zapotes), en sus orillas nos
encontramos con las colonias y unidades habitacionales que en los últimos años
han surgido una cadena de comercios de firmas de tiendas y bancos nacionales e
internacionales. Sobre la avenida se observa la predominancia de los pequeños
comercios y tiendas de conveniencia de la firma OXXO.
En contraste con las colonias donde proliferan las
plazas comerciales como Lomas Estrella, Calle 11, Periférico, Olivos y
Nopalera, se observan las diferencias comerciales entre los pueblos originarios
urbanizados como Culhuacán, San Andrés Tomatlán y San Lorenzo Tezonco.
Al terminar el pueblo de Zapotitlán, la avenida
Tláhuac se bifurca y el sentido hacia Tláhuac se convierte en la avenida San
Rafael Atlixco (Agua en el valle o en la superficie del suelo), antiguo
camino del tren que llegaba a Tláhuac. Del lado norte, se observa a la Sierra
de Santa Catarina, resalta su verdor sin casas[14]
A la derecha se puede observar el ejido de
Tlaltenco (en la orilla de la tierra), en la parte izquierda del recorrido, hay
un canal de aguas residuales cubierto de tule, en sus orillas se ven los
árboles endémicos ahuejotes (sauce
de agua). Este canal fue parte de la red lacustre, hoy es un canal de
desagüe de las aguas residuales de los nuevos asentamientos irregulares y
divide al pueblo de Zapotitlán con el pueblo de Tlaltenco.
El metro Tlaltenco, es la penúltima estación antes
de llegar a la terminal de Tláhuac, a su derecha, en el ejido de Tlaltenco se
observan precarias casas con antenas parabólicas de televisión, cables, postes
improvisados, siembra de pequeñas parcelas y grandes extensiones de parcelas
abandonadas.
En la parte norte del pueblo se encuentra la parte
más alta de la sierra de Santa Catarina, el cerro de Guadalupe. Es común
escuchar la opinión que resulta raro
ver en la ciudad un cerro sin casas.
Recorrido a la Sierra de
Sta Catarina con el colectivo AzcaTlaltenco en 2017. Archivo personal.
En temporada de lluvias la sierra de Santa
Catarina a la altura de Tlaltenco luce verde, en octubre se cubren las faldas
del volcán de color amarillo, por las flores silvestres, que los originarios
llaman cocosa, flor muy aromática que
suelen ir a cortarla y en pequeños ramos venderlo en el centro de Tlaltenco
para las ofrendas de día de muertos. En sus faldas se siembra maíz, tomate,
cempaxúchitl[15],
parte del cerro de Guadalupe está dentro de la alcaldía de Iztapalapa, ahí la
urbanización ha crecido más incontrolable.[16]
Al llegar al metro Tláhuac, el transporte
colectivo de microbuses bloquea la avenida San Rafael Atlixco, pelean el pasaje
que sale del metro, las rutas principales van hacia los municipios del Estado
de México. A unos metros de la Ciénega de Tláhuac, el ruido de los cláxones y
los gritos son parte del nuevo paisaje cotidiano.
Durante el 2016 y 2017, en las pantallas de los
vagones de la línea 12 se anunció la construcción del denominado Parque Ecológico Lagunar Tláhuac[17]
, las obras se realizarían sobre 14 hectáreas frente al metro Tláhuac, con una
inversión de 120 millones de pesos. Hasta la fecha se desconoce por qué no se
ha construido. La construcción
estaría a cargo de la empresa Suez e ICA con una aportación de 60 millones de
pesos por parte de la empresa, para iniciar su construcción en 2018
Para llegar al centro de San Pedro Tláhuac se
puede llegar en camión a unos 10 minutos de la terminal del metro, al oriente
de la terminal Tláhuac, se mira la Iztacihuatl (mujer blanca)[18]
llamada en los pueblos de alrededor como la Volcana y el volcán Popocateptl (montaña
que humea ), a unos 300 metros se contempla la Ciénega y la chinampería.
Sobre la avenida San Rafel Atlixco,
en perpendicular se puede apreciar un canal de agua lleno de lirio, conocido
como canal Revolución, frontera lacustre entre la infraestructura de SACMEX
(Sistema de Aguas de la Ciudad de México) y el metro con la zona agrícola y
suelos de conservación de la ciénega y chinampería.
Al fondo sobre ese canal, a
medio kilómetro se encuentran la caída del agua tratada, sus aguas claras se
incorporan paralelas a la avenida, una malla las protege y divide con la
Ciénega, se miran aves endémicas como los zanates y patos. En ese mismo punto una pila de costales de tierra
separa el agua tratada conteniendo las
aguas residuales de los nuevos asentamientos [19]
En ese canal los
posesionarios y el grupo de vigilancia en la celebración de día de muertos
cuelgan una figura de mujer hecha de trapos con su túnica blanca y cabellera
larga, que parece flotar sobre el agua. Es la representación de la mítica
llorona que persiste en la memoria de la comunidad.[20]
Sobre la barda perimetral
de alambre que rodea a la Ciénega y a la chinampería cuelgan unas fotografías
de lona deterioradas por el sol y la lluvia con paisajes de la misma zona, es
fines de julio y se ven las plantas de maíz de 4 a 5 metros de altura
coloreando de verde a la Ciénega. Adelante se encuentra la entrada a la Ciénega
a la altura de lo que se conoce Canal Nacional. Ese canal separa a la zona
chinampera de la Ciénega.[21]
En la entrada a la Ciénega
hay una reja, con una lona que informa: zona agrícola protegida por la
UNESCO. No se vende, ese espacio lo resguarda el grupo de Vigilancia Tlalli
Septiembre Negro, conformado por gente de los pueblos originarios. Adelante
sobre las rejas a la altura de la zona chinampera cuelgan letreros de venta de
terrenos en la colonia Atotolco (antes paraje y zona chinampera). Hacia el
centro de Tláhuac la avenida corre paralela al canal, se pueden observar las
chinampas rodeadas de ahuejotes.
(sauce de agua).
Entrada
a la ciénega: Archivo personal.
Durante el imperio Mexica el sistema
chinampero comprendió alrededor de 15 mil hectáreas de Chalco a Xochimilco
En 1987 la UNESCO
declaró al sistema agrícola chinampero como la base para la elaboración de la
Declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad, Tláhuac y en particular su
zona chinampera quedó dentro del polígono de la declaratoria, como una zona de valor excepcional con valores
culturales y naturales para beneficio de la humanidad.
Sin embargo, pese a las
declaratorias, la chinampería no detiene su desaparición. Carlos González Esquivel del Centro de
Investigaciones en Ecosistemas, en su artículo Chinampas y sustentabilidad escribe:
En un estudio publicado en
la revista Journal of
Environmental Planning and Management,
en donde participaron Yair Merlín, técnico por proyecto del Centro de
Investigaciones en Ecosistemas (CIECO), Marta Astier, investigadora del Centro
de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA), y otros investigadores del
Instituto de Biología de la UNAM y el Instituto de Ecología, A.C., se
analizaron imágenes de satélite de la zona de Xochimilco, tomadas de 1989 a 2006 que muestran una reducción del área chinampera a
una tasa anual de 31 hectáreas por año. De continuar la tendencia, estos
sistemas están en peligro de desaparecer en menos de 20 años.
Sobre la avenida San Rafael Atlixco, del lado
izquierdo se encuentra el barrio de la Asunción, el paisaje chinampero se
termina y a unos cuantos pasos nos encontramos en el centro de Tláhuac, ahí se
encuentra el centro político de la alcaldía y a unos metros podemos ver la
iglesia de San Pedro Tláhuac. Antes de la llegada de los
conquistadores españoles ahí se encontraba el templo principal dedicado a
Mixcoac (serpiente de nubes), deidad principal de la antigua Cuitláhuac.
Entre
el edificio de la alcaldía y la iglesia se encuentra el kiosco y dos andadores,
el Cuitláhuac y Miguel Hidalgo, en el jardín de la iglesia se encuentran dos
piezas arqueológicas que son dos aros de piedra empotradas en columnas de
piedra tallada, pertenecientes al antiguo juego de pelota que las culturas
mesoamericanas practicaban.
El
andador Miguel Hidalgo es el principal espacio que hace esquina con la avenida
Cuitláhuac, punto comercial donde distintos grupos se disputan la venta de sus
productos, es también el espacio para las ferias patronales de los distintos
barrios. Ese fue el espacio donde convergieron los procesos de apropiación de las
cooperativas del
cual fui parte como miembro de la cooperativa ETHOS.[22]
Reflexiones en el centro de Tláhuac
La narrativa del
recorrido pausa la vida cotidiana del metro, da cuenta de los nuevos paisajes
urbanos que disputan el espacio, el de la devastación de la sierra de Santa
Catarina y del deterioro del patrimonio natural y cultural de los pueblos
originarios de Tláhuac.
La vida rural se degrada ante la irrupción de centralidades urbanas y
corredores comerciales, cada punto de estación a estación es una realidad
sumergida en la disputa del territorio. En la medida que llegamos a Tláhuac la
urbanización es más contrastante respecto al espacio rural. Sin embargo, el
paisaje no deja de ser de imbricaciones de altos y degradados contrastes.
Gilberto Giménez escribe
sobre el paisaje: “En este sentido hablamos de paisajes rurales o
agrícolas, de paisajes urbanos, suburbanos o rurbano…la función primordial del
paisaje es servir como símbolo metonímico del territorio no visible en su
totalidad, según el conocido mecanismo retórico de la parte por el todo”.
El paisaje degradado del
patrimonio natural no representa para el ciudadano de a pie una preocupación
para su sobrevivencia, por el contrario, el paisaje, cumple una función de formación
de la normalización del deterioro ambiental. Al respecto el geógrafo Joan Nogué
señala que:
Al crear y recrear los paisajes a través de
signos con mensajes ideológicos se forman imágenes y patrones de significados
que permiten ejercer el control sobre el comportamiento, dado que las personas
asumen estos paisajes ´manufacturados´ de manera natural y lógica, pasando a
incorporarlos a su imaginario y a consumirlos, defenderlos y legitimizarlos. (Nogué, 2007: 12 citado en Levi & Ramírez Velázquez, 2012, p. 15)
El paisaje reinterpretado
visibilizó la multiplicidad de conflictos,
la metonimia paisajista alimentó el mirar para encontrar las nuevas
rutas debajo de los paisajes, redimensionando la devastación de cerros, suelos
agrícolas y su disminuida actividad agrícola, espacios percibidos como espacios
de atraso en concordancia con
el discurso del espacio urbano como cúspide de modernidad.[23]
La sociedad convertida en usuaria de la infraestructura urbana atraviesa la
ciudad asimilada, sin saber que es parte del mapa de la crisis socioambiental.
Esquema
del recorrido socioambiental (elaboración propia)
La urbanización no solo
ocupa y domina los espacios físicos, su lucha está en el plano de la
construcción y destrucción simbólica del espacio y culturas de los pueblos
originarios rurales, de las colonias y de los flujos de usuarios.
El sociólogo y videógrafo
Pablo Gaytán Santiago escribe:
Así, la ciudad es un medio
de producción informativo, ya que reúne y metaboliza todas las clases de
cadenas productivas heterogéneas: el agua que se trae a la ciudad en
acueductos, el abasto alimentario, la administración urbana, el espectáculo,
los medios de comunicación, los hidrocarburos, los flujos migratorios, los
flujos financieros, los flujos de tecnología, los flujos de interacción
organizativa, flujos de imágenes, sonidos y símbolos. En este sentido, los
flujos no sólo son un elemento de la organización social, son antes que nada,
la expresión de los procesos que dominan nuestra vida económica, social,
política y simbólica.
La imaginación cotidiana de los miles de usuarios subsumidos en el
flujo del metro se alimenta de una urbanización inevitable y necesaria para
trasladarse y habitar, agradecen la llegada del metro porque solucionó sus
problemas de movilidad. La dominación urbana del paisaje y sus contradicciones
tiene sentido en función de que en la dimensión simbólica la degradación
ambiental no es de su interés para la sobrevivencia. La modernidad invisibiliza
la interpelación que la vida rural históricamente le hace.
En contraste con las
colonias donde proliferan las plazas comerciales como Lomas Estrella, Calle 11,
Periférico, Olivos y Nopalera, los pueblos
originarios urbanizados como Culhuacán, San Andrés Tomatlán y San Lorenzo
Tezonco siguen resistiendo a la instalación de los grandes desarrollos
comerciales. La vida comunitaria continúa con sus fiestas patronales, regido
por un calendario agrícola sin suelos agrícolas y sin campesinos.
El contexto socioambiental
de ninguna manera se explica desde una yuxtaposición de lo rural y lo urbano, el sociólogo John Fredy López Pérez, junto con otros investigadores plantean el
concepto de interfase, como el espacio del flujo rural-urbano, donde se dan los
vínculos periféricos y se agudizan los conflictos socioambientales
Como resultado de la
disputa por el territorio, el recorrido asume tonalidades distintas, entre
grises y luminosos, de pequeños negocios y firmas comerciales, paisajes urbanos
matizados, degradándose en la medida que se acercan al verdor de San Pedro
Tláhuac.
En las faldas del Cerro de
la Estrella, el agua tratada que corre hacia las chinampería constituye un
elemento fundamental del Patrimonio Cultural y Natural chinampero. La fuerza
del pasado reclama su existencia en el presente y se adapta para resistir, son
los últimos reductos de la naturaleza, que resisten desde su hibridez.
La planta de tratamiento y
su red de distribución funciona como una prótesis del sistema chinampero[24] porque
depende del agua tratada del Cerro de la Estrella, es una construcción distópica, mundo imaginario, indeseable
sobre el cuál nacen utopías de esfuerzos aislados de una resistencia que ha sobrevivido
a la expansión del capital y a la devastación de la naturaleza. Disputan el
agua y la existencia de las chinampas como patrimonio cotidiano de los pueblos
originarios aún lacustres.
El
territorio adquiere multidimensionalidad y debajo del orden urbano existen las
conexiones subsumidas de sentidos que interpelan a la modernidad, a esos
espacios de grandes flujos y conflictos de las interfases rural-urbanas, que
como diría Haesbaert: “desde su naturaleza, más estrictamente política hasta su
carácter en rigor simbólico, pasando por las relaciones dentro del llamado
poder económico, indisociables de la esfera jurídica-política”.
Los múltiples socavones en
la zona sur oriente se magnificaron con los sismos del pasado septiembre de
2017,
La crisis socioambiental es
el de la memoria lacustre que encuentra sus reductos en las chinampas,
condensadas en hundimientos diferenciados, crisis hídrica que hunden a una
ciudad cada día más insustentable. Es una sed incontrolable y depredadora de la
vida.
La crisis hídrica rodea a
la zona chinampera, y esta resiste. El capital privado urbanizador no se detiene. Sobre el hundimiento de la
zona suroriente el metro configura la vida social de la urbanización
periférica.
Sobre esta urbanización
acelerada y de dominación sobre los recursos naturales, David Harvey señala que
el capital tiene: “necesidad
insaciable de disponer de capital sobreacumulado ávido de inversión en un
crecimiento urbano raudo e ilimitado sin importar cuáles sean las posibles
consecuencias sociales, medioambientales o políticas.”
Sobre la crisis socioambiental proliferan las nuevas centralidades
comerciales, como espacios libres para la reproducción social desde el
consumismo[26], sustituyendo
la convivencia de los espacios públicos. En las calles la violencia y la
inseguridad alientan los flujos hacia las centralidades comerciales,
complementándose en los hechos.[27]
Los puntos de venta de drogas son parte de la vida
cotidiana en las colonias, que generan empleos a jóvenes de bajos recursos,
controlando la economía local.[28] Hoy los controles de colonias y pueblos por
el narcotráfico y la delincuencia persisten en la vida cotidiana.
Esta crisis ambiental camina de la mano de la degradación de la vida
social, como componentes de la modernidad y la urbanización acelerada. El investigador de la Universidad de California,
Philippe Bourgois, denomina a este tipo de economía como de Acumulación por
Depredación.
El
paisaje distópico normalizado para el usuario- consumidor es una realidad
normalizada, pero como hemos señalado, los geosímbolos persisten en su fuerza
simbólica y se pueden reactivar ante sucesos y coyunturas. El águila en el
metro nopalera, reactualizó el mito en la memoria colectiva a través de las
redes sociales dando fuerza y profundidad al recorrido Mixcoac – Tláhuac,
remitiéndonos a los orígenes y al mito en la fundación del Altepetl Cuitláhuac,
sin el cual tampoco se explica la resistencia de la cultura lacustre ante la
urbanización.
Las
coincidencias se vuelven metonimias evocando la memoria, permitiendo mirar el
territorio como espacio significativo, porque como diría Cliford Geertz,
contextualizar es construir un mirar más complejo que cifras y datos.
Así como los desperdicios
anónimos preceden al abandono de la vida agrícola y es el antecedente al relato
de la modernidad urbana civilizatoria, el territorio también se domina desde
los cuerpos sociales con expansión del miedo y el capital. El modelo requiere
de la violencia y la hegemonía del relato, mostrándonos los imbricados lazos
entre la urbanización y la violencia.
La urbanización mercantiliza y remercantiliza a la
naturaleza y a los humanos
En su exposición sobre la
renta de la tierra, Armando Bartra señala que: “y esta violencia que hoy reconocemos y padecemos, tiene en el borde
definitivo de la crisis a la humanidad. Esta violencia es expresión de una o
dos contradicciones externas las que el capital como modo de producción tiene
con el hombre y con la naturaleza”.
El paisaje del ejido de
Tlaltenco está teñido de asentamientos irregulares, manchas-parcelas-casas,
actividades agrícolas con cuerpos de cemento y tendederos de alambres. Es una
frontera confusa claramente de transición, de espacios donde no hay una lógica
predominante, es lo que Rogério Haesbaert llama: “situaciones de aglomerado territorial, siempre vistas como momentos,
como transiciones”.
En las ciudades latinoamericanas funcionan hoy
dos mercados de suelo urbano con reglas del juego distintas: el formal, plenamente
capitalista y sometido a las regulaciones estatales de la propiedad y el
urbanismo; y el informal que domina en las áreas carentes de titulación de la
propiedad que fueron urbanizadas ilegal o irregularmente; el segundo,
articulado y subsumido al primero.(
Si el abandono de la
actividad agrícola antecede a los nuevos asentamientos irregulares, es porque
la urbanización va ganando el espacio simbólico y el resultado es la invisibilización
y extinción de la actividad y la cultura campesina. Parte de ese papel lo han
jugado las declaratorias de los suelos de conservación significadas como
espacios abandonados. Conservación sin vida campesina y sin memoria.
Por desterritorialización
podemos entender como multiterritorialidad, como lo define el geógrafo Rogerio
Haesbaert:
El gran dilema de la
reconfiguración territorial en nuestros días no es la desterritorialización,
sino el refuerzo simultáneo de la multiterritorialidad segura para unos pocos
—para la elite globalizada—, y la precarización y/o contención territorial para
muchos —los "sin tierra", los "sin techo"—, en su
resistencia y lucha por un territorio mínimo cotidiano, su mínima e
indispensable seguridad al mismo tiempo funcional y afectiva en este mundo.
Precarizado
territorialmente, aglomerado y subsumido el campesino desaparece, ausente en
las políticas ambientales.
La preocupación oficial ambiental se refleja en la proyección del Parque
Lagunar Tláhuac, destacándose la propuesta de la chinampa demostrativa
negación de las chinampas y del chinampero existentes y como referentes de
futuro.
El Parque Lagunar Tláhuac es una dominación desde el modelo recreativo,
dentro del esquema de parque urbano que traerá flujo de visitas, contribuyendo
a la revalorización de la tierra para la expansión urbana, arrojando una mayor
presión a la zona chinampera.
La investigadora de la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Martha Angélica Olivares, en su
artículo Los sujetos rurales, globalización
y contradicciones espaciales. Lo urbano y lo rural, señala lo que significa
las imbricadas relaciones de la disputa: “Lo rural se complejiza, aunque no se
ha logrado del todo su mistificación y conversión en un espacio únicamente de
tránsito para las políticas asistencialistas y compesatorias o en territorio
silvestre y apacible para el esparcimiento.”
Sin embargo, el territorio
resiste y en nuestro recorrido socioambiental pareciera que el metro ha sido
detenido en Canal Revolución, cerco lacustre que protege a la Ciénega y las
chinampas de Tláhuac, espacio de disputa por el agua donde la reducida
actividad campesina depende de su abasto de la tecnología y la infraestructura
urbana. Depende de la eficacia y la voluntad política.
Canal Nacional como toda la
red de canales son geosímbolos, Gilberto Giménez y Catherine Héau
escriben: “reviste a los ojos de ciertos pueblos y grupos étnicos una dimensión
simbólica que los fortalece en su identidad” ((Bonnemaison 2004:56 citado en Giménez & Héau Lambert, 2007, p. 17).
Canal Revolución divide dos
realidades, pero también es el recurso y el espacio en pugna que nos recuerda
como los espacios lacustres han servido contra invasiones y otro tipo de
violencias. Resiste, conteniendo al metro, con su mundo de posibilismos como
las actividades culturales de campesinos, propietarios y vigilantes, donde el
día de muertos resimbolizan a la llorona flotando frente a la modernidad
detenida.
Sus actividades culturales
de siembra y cosecha son parte de las iniciativas que los posesionarios de las
chinampas y la ciénega emprenden como parte de esos diálogos donde la memoria
se reactualiza y continúa vinculada al ciclo sagrado y agrícola del territorio.
La zona chinampera y la
laguna Tláhuac Xico están cercadas por la urbanización y como en el pasado,
para la isla de Cuitláhuac, su mejor defensa fue su posición lacustre. Hoy ante
la urbanización sus cuerpos de agua, sus canales y laguna lo siguen siendo.
El territorio rural-urbano
es de fronteras, donde la expansión del capital crece dominando los territorios
de los pueblos y sus recursos, pero también la conservación y la incipiente
actividad agrícola resisten y son parte de la complejidad del territorio.
La
urbanización es el relato hegemónico por dominar el territorio y sin embargo,
como diría James Scott: “Las
relaciones de poder son, también, relaciones de resistencia”.
El recorrido
reinterpretativo muestra al contexto socioambiental como multiterritorialidades
en disputa,
La experiencia de las
cooperativas en el centro de Tláhuac invita a identificar las formas: “desde la dominación política-económica más
´concreta´ y funcional hasta la apropiación más subjetiva o
´cultural-simbólica´”
Trabajos citados
Aldaz, . P., 2017.
Anuncian Parque Ecológico en Tláhuac. El Universal, 4 septiembre, pp. https://www.eluniversal.com.mx/metropoli/cdmx/anuncian-parque-ecologico-en-tlahuac.
Backhoff Escudero, E., 2018. Destruyendo un volcán en México. tema de
sustentabilidad.. El Universal, 18 agosto.
Bartra, A., 2012. La renta de la tierra. [En línea]
Available at: https://www.youtube.com/watch?v=acRZJPUaUQQ
[Último acceso: 6 septiembre 2018].
Bourgois., P., 2018. Acumulación depredadora: las lógicas violentas y
rentables del narcomenudeo/Canal Instituto de Investigaciones Sociales UNAM. [En
línea]
Available at: https://www.youtube.com/watch?v=GmQBhyzNKQc&list=PLkX6FEQxg_-7tg0zcfeGsAFbY1K1sGWW0&t=0s&index=47
[Último acceso: 28 noviembre 2018].
Brehme, H., 2019. Sierra de Santa Catarina, vista desde La Caldera
(circa 1920).México en fotos. [En línea]
Available at: https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/distrito-federal/ciudad-de-mexico/sierra-de-santa-catarina-vista-desde-la-caldera-ci-MX14118335810055
[Último acceso: 6 julio 2019].
C.Scott, J., 2000. Los dominados y el arte de la resisitencia. México:
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Carreón-Freyre, D. C. M. G.-C. R. L.-Q. P. A.-D. C., 2019. Posible
influencia de la subsidencia y fracturamiento en la Ciudad de México en las
construccionesdañadas por el sismo del 19 de septiembre, México:
Laboratorio de Mecánica de Geosistemas, Centro de Geociencias, UNAM,Centro de
Evaluación del Riesgo Geológico (CERG), Iztapalapa,Centro Nacional de
Prevención de Desastres (CENAPRED).
CDMX, G. d. l. C. d. M.-M., 2019. Afluencia de estación por línea
2019. [En línea]
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[1] El texto forma parte de la
tesis :García Hernández, A., 2020. RESISTENCIAS PRODUCTIVAS CONTRA LA
URBANIZACIÓN ACELERADA EN LA ZONA CHINAMPERA DE SAN PEDRO TLÁHUAC, CIUDAD DE
MÉXICO. México: UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA UNIDAD XOCHIMILCO DIVISIÓN
DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES POSGRADO EN DESARROLLO RURAL NIVEL MAESTRÍA.
[2] Son varias traducciones e
interpretaciones sobre el significado de Tláhuac, retomamos la traducción e
interpretación del historiador Baruc Martínez, referido como el: “Lugar de excresencias acuáticas donde están
los hombres del conocimiento”
[3] La Procuraduría Ambiental y del
Ordenamiento Territorial del Gobierno de la Ciudad establece que un área
Natural Protegida tiene:
“La principal función de
un ANP es la protección y conservación de recursos naturales de importancia
especial, ya sean especies de fauna o flora que se encuentran catalogados en
algún estatus de riesgo (raras, amenazadas, endémicas, peligro de extinción) o
bien de ecosistemas representativos a nivel local, regional, país e incluso
internacionalmente”.
[4] “La disposición de los 10 principales
destinos de empleo en la zona metropolitana muestra una hegemonía del centro en
la localización de los trabajos. Si bien en esta zona hay una presencia
importante de trabajos ligados al sector de servicios, también existen las
actividades de comercio al por menor. Esto significa que en la zona central hay
trabajadores con distintos perfiles laborales y diferentes capacidades para
desplazarse hacia sus lugares de trabajo.”
[5]El modelo privatizador del agua
residual para enfrentar la crisis socioambiental se muestra en la nota:
“El empresario Carlos Slim Helú, presidente
vitalicio del Grupo Carso, aseguró que dicha empresa continuará invirtiendo en
la construcción tanto del Túnel Emisor Oriente como de la planta de tratamiento
de aguas negras que estará ubicada en el estado de Hidalgo con la cual se podrá
sanear hasta el 60 por ciento de las aguas negras provenientes del Valle de
México”
[6] La Procuraduría Ambiental y del
Ordenamiento Territorial del Gobierno de la Ciudad establece que un área
Natural Protegida tiene:
“La principal función de un ANP es la protección y
conservación de recursos naturales de importancia especial, ya sean especies de
fauna o flora que se encuentran catalogados en algún estatus de riesgo (raras,
amenazadas, endémicas, peligro de extinción) o bien de ecosistemas
representativos a nivel local, regional, país e incluso internacionalmente.”
[7]
Bernardino de Sahaugún en la Historia General de las cosas de la Nueva
España, escribe:
“y también decían que los montes está fundados
sobre el cual, que están llenos de agua, y por de fuera son de tierra, como si
fuesen vasos grandes de agua o como casas llenos de agua ( ... ] Y de aquí
acostumbraron a llamar a los pueblos donde vive la fuente altépetl que quiere
decir monte de agua o monte lleno de agua”
[8]
Un joven
activista del CCH Sur que nos apoya en las actividades de la zona chinampera de
Tláhuac y que participó en el movimiento contra los porros dice que le gusta
consumir en las plazas comerciales, que además se siente más seguro en la plaza
que en los tianguis.
[9] Proviene del náhuatl
tianquiztli, que significa mercado.
[10] Parque Xalli ubicado a las
faldas del cerro Tetecom en los ejidos del pueblo de Zapotitlán.
[11]
La investigadora y profesora de la UAM Xochimilco, Rhina Roux en su artículo
del El Príncipe Fragmentado escribe:
“Los
datos oficiales registran que en lo que va del nuevo siglo un cuarto de la
superficie del territorio nacional fue concesionada hasta por 50 años a
compañías mineras (75% de ellas canadienses, con posibilidad de renovación”
[12] El portal de Big Data da
cuenta de cómo los cárteles a nivel nacional se han articulado con las mafias y
cárteles locales, el cartel de Tláhuac tiene su presencia en todo el sur de la
ciudad, en las alcaldías donde se concentra la mayor riqueza natural de la
ciudad.
[13] “En junio, un águila
se paró sobre un letrero de la estación Nopalera, también de la Línea 12
(Dorada), y provocó revuelo entre usuarios de las redes sociales, quienes no
tardaron en señalar lo “parecido” de la escena con la leyenda de la fundación
de Tenochtitlán.”
[14] Tláhuac cuenta con el 7.2
% del total de los Suelos de Conservación de la Ciudad de México. (PAOT, 2015)
[15] Significa en Flor de veinte
pétalos. Flor muy aromática de color amarillo que se coloca en los altares
el día de muertos.
[16] “La
población económicamente activa ocupada en actividades agropecuarias en la
Ciudad de México asciende a unas 16 000 personas, en 11 543 unidades de
producción familiar. Unas 22 800 ha de tierra se dedican a la producción de
cultivos, principalmente en las delegaciones de Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac y
Xochimilco.”
[17]
En el video
se anuncia que la obra contará con acceso de la terminal Tláhuac, lago
recreativo de tres hectáreas, malecón y zona para adultos mayores, terraza de
usos múltiples, servicios sanitarios, salones para talleres educativos,
estacionamientos, chinampas demostrativas, embarcadero recreativo, centro
cultural, humedal biofiltro, pista de patinaje, vivero forestal, ornamental y
medicinal, planta de tratamiento de reúso de agua, isla de juegos infantiles y
deportes, gimnasio al aire libre, terraza de aeobics y terraza, gimnasio
techado, isla de alimentos, Isla del museo prehispánico lacustre, auditorio y
foro multimedia, reúso del agua del mismo parque y el metro, suministro de agua
tratada de la planta de tratamiento del Cerro de la Estrella tratamiento. Ver
Parque Lagunar Tláhuac. https://www.youtube.com/watch?v=puILCBuM4CI
[18] Popularmente conocida como
mujer dormida
[19] “En 2017 por las fuertes
lluvias liberaron el encostalamiento que dividía las aguas negras y grises con
el agua tratada y se desbordaron hacia los canales de la Ciénega y chinampería,
creando un gran daño ambiental”
Las redes sociales dieron cuenta y registraron el
desastre. Uno de los chinamperos cuenta al respecto:
“¿Quién levantó el dique que contamino la chinampería
y la Ciénega?, desagradecidamente no sabemos quién haya sido, porque fue en la
noche, ahí donde está el dique ahí en el rebombeo de agua tratada en donde
llega el agua del cerro de la estrella y se contamino toda el agua. Esa agua
trae muchos químicos, personalmente compañeros que trabajamos en las mañanas,
tuvimos problemas, mareos y una persona casi se iba a desmayar por esta
situación de estar trabajando a un lado del canal. Ahí la comparación del agua
tratada y agua contaminada, no se ve en la proyección, pero el agua era
amarillenta, y mal oliente, con decirles que la herramienta en la tarde ya estaba
oxidada, la cantidad de químicos era alarmante”
[20] “El último grupo lo
conforma una sola entidad y es la que hasta la fecha se le conoce con el nombre
de la Llorona, o atlanchaneh (moradora de las aguas) en náhuatl. Ésta era una
mujer que portaba toda su vestimenta blanca, con larga y frondosa cabellera, y
que regularmente se aparecía en las noches y en sitios ligados al mundo
lacustre, de ahí su designación en el idioma náhuatl. De acuerdo con la memoria
chinampera, a la Llorona no se le podían ver los pies y, al parecer, no
caminaba sino volaba, pudiendo atravesar con facilidad las lagunas y canales;
asimismo, los chinamperos creían que cuando sus alaridos se oían cerca, ella
estaba lejos y viceversa. A diferencia de las otras entidades, la atlanchaneh
no era de carácter ambivalente sino abiertamente violento puesto que buscaba
llevarse el espíritu de sus víctimas a través del pánico que les causaba o, en
muchos casos, por medio del ahogamiento.”
[21] Es el camino terrestre
por el cual llegamos a la chinampa apícola a una distancia de 3 km
aproximadamente.
[22] Por sus siglas Educación
para el Trabajo Humanitario y la Organización Social. La cooperativa ETHOS nace
con la misión de contribuir al desarrollo, a través de propuestas pedagógicas
para los jóvenes y niños de la demarcación y de la cual formé parte. Su primer
proyecto fue la enseñanza del idioma inglés. Años después de manera individual
y en equipo con otros actores participamos en la capacitación y consultoría en
proyectos productivos. La cooperativa actualmente está en fase de
reestructuración.
[23]
Cuando en la explanada delegacional instalaron un vagón del metro para
promocionar las obras en entrevista con el delegado en turno una señora
reclamaba al político:
“¡Cómo es posible señor que nos
traten de ignorantes, si el metro nosotros los conocemos desde 1969 y usted nos
viene a poner aquí un vagón para que lo conozcamos, no somos ignorantes, sépase
que antes de usted naciera nosotros ya conocíamos el metro! y no crea que yo
voy a dejar mi canasta, mi bolsa de mandado por bolsas de plástico, porque van
a venir tiendas. No lo vamos aceptar.”
[24]
Una productora de amaranto, miembro de la comunidad de Central Mexicana de
Alcohólicos Anónimos, en una Trajinera del Conocimiento, comentó que éste
sistema se asemeja al enfermo de alcoholismo, es obsesivo y compulsivo.
[25]
“De
los aproximadamente 549 pozos administrados por el SAC-excluyendo los del
sistema Chiconautla-, 315 pozos forman parte de la red de pozos al
sur(Auxiliares Xotepingo, Coyoacán, Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac y Xochimilco),
los cuales en conjunto aportan el 52% de las aguas subterráneas extraídas
dentro de la ciudad para el abastecimiento”
[26]
La línea 12 del metro configura
los territorios en nuevos mercados urbanos, a los que el investigador José
Gasca del Instituto de Investigaciones Económica de la UNAM llama nuevas
centralidades. El investigador señala que la plaza comercial Parque Las
Antenas, es parte de un proyecto de creación de nuevas centralidades de consumo
caracterizada por una economía de aglomeración, con características de
proximidad, velocidad y maximización de los consumos, además de constituirse en
espacios de reproducción social.
[27] Con los linchamientos de
agentes federales en el pueblo de San Juan Ixtayopan en Tláhuac en el mes de
noviembre de 2004 , los medios de comunicación escribieron el relato de un
territorio de inseguridad, mostrando las fisuras a nivel local de un Estado
rebasado por la violencia y el crimen. (Roux, 2015).
Los linchamientos de policías federales en San Juan
Ixtayopan y la sobreexposición mediática dañaron moralmente a Tláhuac,
criminalizando a sus pueblos y colonias, contribuyendo al deterioro del tejido
social previo al discurso aplanador de la necesaria modernidad del metro junto
con la pérdida de gobernabilidad.
[28] Es común escuchar a
comerciantes decir la maldad nos cuida sobre la seguridad que les vende
el narcotráfico. La economía formal y delincuencial se complementan. Francesco
Forgione, expresidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia de Italia escribe
sobre el crimen y el capitalismo que: “La mafia no es un fenómeno de la pobreza
es un fenómeno de la modernidad capitalista”
[29] Les llaman tienditas,
como antes las tiendas de abarrotes.
[30] “Estadísticas comparables recopiladas para 81
países —que implican dos terceras partes de la población mundial y 38% de la
superficie agrícola— muestran que 73% del total de explotaciones cuenta con
menos de una hectárea de tierra y 85% con menos de dos hectáreas (HLPE, 2013:
7-11).”